Heartbreak hotel, de Katherine Vega.
A principios de los noventa,
mis compañeros de clase escuchaban Modestia Aparte, Amistades Peligrosas y
Cómplices; yo, gracias a mi hermano mayor (¡GRACIAS!) a Buddy Holly, Chuck
Berry y Elvis Presley. Sobre todo, al Elvis primero, sin mofletes, sudores ni
trajes blancos con lentejuelas. Entiendo perfectamente a Myra, la protagonista
de Heartbreak Hotel, yo también me hubiese enamorado de él y su voz. De
hecho, igual que a ella, pero a mí con Jailhouse Rock, cada vez que la
escuchaba, desaparecía todo el mundo alrededor y se quedaban dos minutos
veintiséis segundos de puro divertimento.
Divertimento. Esto ha
supuesto para mí esta novela de Katherine Vega. Ojo, no son palabras
menores. Que alguien venga y diga que es fácil hacerlo. Hound Dog, Love me
Tender, Teddy Bear, puro disfrute. ¿Es fácil lograrlo? Ja, intentadlo.
Elvis no escribió ninguna de
sus canciones; al final de su vida se arrepintió de no haberlo hecho. Katherine
Vega no es una escritora de ciencia-ficción; estoy convencido de que no se
arrepentirá de haber escrito esta. ¿Elvis? ¿Ciencia-ficción? Pero ¿de qué va Heartbreak
Hotel?
Simulation Corporate, una
empresa que domina económicamente (y no solo) toda Inglaterra hasta el punto de
que sus habitantes han de gastar créditos para trasnochar, ha llegado a tal
punto de perfección en la creación de clones que ha abierto el Simulator Hotel,
donde si posees la fortuna suficiente podrás tener una cita con tu personaje
histórico favorito. Este tendrá todos los recuerdos y sentimientos de la
persona real cuando estuvo viva, pero un borrado retinal le dejará sumiso para
todas tus órdenes… y perversiones. Este hotel es el exclusivo panem et
circenses de un programa que con sus producciones masivas de clones ha
reducido el coste de la mano de obra, los niveles de prostitución infantil,
adelantado en la investigación científica, sin embargo, hay una cara B: ¿alguien piensa en
los derechos de los clones? Es más, ¿deberían tenerlos?
Myra es una joven que
trabaja en un hotel frente al Simulator, al que odia profundamente, pues achaca
a Simulation Corporate la muerte de su padre y la no-vida de su madre,
destrozada por el alcohol. Por su cumpleaños, sin embargo, sus amigas le
regalan pasar una noche en el hotel con un clon de Elvis, a quien ama
profundamente y a quien escucha todas las noches como asidero para su vida
penosa. A partir de aquí, el despertar de los clones, tramas de espionaje,
hackers, decisiones éticas y rock and roll. Mucha diversión. Let’s have a
party.
Alguien podría achacar a la
novela que no es una novela de ciencia ficción al uso, que no explora todos los
recovecos de esa sociedad no tan distópica, que no profundiza en las
consecuencias de lo que propone. Yo le contestaría que esto es pura diversión
sobre un fondo bien explicado, pero que lo que prima es la acción, la guitarra
que no deja de sonar en todo el tema. Let’s rock.
Si me dijesen que los personajes
son planos, que los conflictos emocionales no les cambian mucho, yo les diría:
escucha la batería, delinea a tantos personajes, dale un pasado, golpea tantos
bombos con dos baquetas y que suene a puro rock and roll. Rock-A-Hula Baby!
(además, el retrato que hace del padre de la protagonista en el primer capítulo,
desencadenante in absentia de las emociones de Myra me tocó el corazón
por lo emotivo, qué bien escrito está).
Sí, tío, pero es que pasan
demasiadas cosas en poco tiempo. ¿Y? La vertiginosidad es una línea de
contrabajo que sostiene toda la novela. There’s a good rockin’ tonight.
Para terminar, “Heartbreak
Hotel” no es una novela, es un concierto, cada capítulo de la novela está
encabezado con una estrofa de la canción que le sirve de título; el tema del setlist
que mejor encaja con la situación que se narra en él. Maldita sea, Katherine
Vega, me has hecho un patchwork musical-literario. Bravo por ti.
Diversión, emoción, rapidez.
Una novela que es una canción de Elvis. Ya lo dijeron The Rolling Stones: It’s
Only Rock And Roll, But I Like It. Y me digo yo, ¿“only”?, ¡ja!
Información de la solapa:
“En el corazón del Soho
londinense existe el único hotel de clones de celebrities del
mundo. A cambio de un buen puñado de crédicorps, en el Simulator
Hotel puedes hacer realidad todos tus deseos. El personaje famoso que tú
quieras, totalmente a tu disposición y creado en exclusiva para ti.
Myra odia el Simulator Hotel y
todo lo que este representa. Pero el día que cumple treinta años, su mejor
amiga le hace un regalo muy especial: pasar una noche romántica con un clon
de Elvis Presley, dispuesto a cumplir todas sus fantasías.
Sin embargo, tras las puertas del
hotel, es el infierno lo que le aguarda.
«Un cóctel
perfecto de George Orwell, Elvis y referencias a la cultura pop, con toques
de body horror y canibalismo. ¡Londres nunca ha sido tan
divertido!» David Irons, escritor.”
Datos técnicos:
Heartbreak Hotel. Katherine Vega, 2024.
Editorial: Dimensiones ocultas.
Ilustrador de portada: Suspirialand
Rústica con solapas
Formato: 15 x 21 cm.
Número de páginas: 426.
P.V.P.: 18.
Comentarios
Publicar un comentario