El último ramo de flores y otras historias, de Marjorie Bowen
Nunca dejarán de complacerme las novedades de la editorial La biblioteca de Carfax, y lo asevero con rotundidad, porque este sentimiento viene muchas veces ofrecido por la sorpresa de descubrir autores que me abren la puerta de un nuevo aposento de esa gran mansión llamada terror al que no había accedido anteriormente. Este es el caso de su última publicación: El último ramo de flores y otras historias.
Si bien es cierto que la presencia de
escritoras victorianas es usual en el catálogo de la editorial e igualmente
habitual es la excelencia en su selección, Marjorie Bowen sobresale
sobre todas ellas en la profundidad psicológica con que dota a los personajes
de sus relatos.
En las ocho historias que componen el
volumen, como bien señala Purificació Mascarell en su precisa —y preciosa— introducción,
la común predominancia viene representada los mayores vicios y defectos del ser
humano. Como si de personajes de Dostoievski se tratasen, en sus protagonistas van
desfilando una amplia selección: es el caso, por ejemplo, del relato que abre
la antología, Azecutas, donde la soberbia de señores
faltos de toda moral que se atreven a toda impiedad precisamente porque pueden
desencadena la desgracia. En él también se da luz a la vulnerabilidad de la esposa
ante el marido, dueño y señor de su cuerpo y alma; pertenece a este relato apenas
dos líneas de diálogo que me resultan la muestra más descarnada, por lo
aceptado, de la violencia marital:
—Nunca la había oído quejarse antes, señor
—susurró. Está muy dedicada a su señor y recibe el látigo en silencio.
—Lo sé. Ella adora su mano tanto cuando la
acaricia como cuando la golpea.
Redunda en la muestra de esta relación El ama de llaves,
donde una despreciable pareja nobles venidos a menos, representantes de la
pereza, la avaricia y el inmovilismo social, que no aceptan ni su vejez ni sus
deudas, se maltratan psicológicamente escupiendo a la cara del otro defectos
que cada uno de ellos por sí mismo tiene. Frente a ellos, la imagen fantasmal
de la primera esposa que prometió no dejar nunca de cuidarle.
—Te crees que eres encantador, ¿verdad? Los
matrimonios por dinero son particulares. Mírese en el espejo, señor. ¡Tu cara
está tan arruinada como tu reputación!
Él se aproximó hacia ella y esta empezó a
gritar de una manera horrible; la mujer común se asomaba a través de los aires
de gran señora.
El último ramo de flores es el relato
donde el espejo humano refleja más las vergüenzas de la vanidad humana: dos
hermanas gemelas se reencuentran tras más de media vida separadas, cada una de
ellas ha tomado un camino totalmente distinto en su vida; como una versión
oscura de la fábula del ratón de campo y el de la ciudad, ambas envidian la
vida de la otra y desprecian la suya; ahora bien, si yo escribiese “ambas envidian
su vida y desprecian la de la otra”, tampoco faltaría a la verdad, y ello debe hacernos
imaginar la envidia, la rabia y el desprecio que cada una siente por la otra (y
por sí misma). Es el relato con el que, además de dar nombre a la selección, se
ilustra la portada, y en ella el arte mayúsculo de Rafael Martín Coronel nos
sorprende con una pintura que recrea uno de las mejores imágenes que he leído
en el terror victoriano. No diré más. Léanlo y después deténganse en ella.
—Oh, sí, creo que lo haces —dijo la señorita
Faunce—. Creo que sí, Martha. Vi odio en tus ojos todo el tiempo que estuvimos hablando.
Pensabas que era vieja y fea y tu hermana gemela.
En La casa al lado del campo de amapolas, un relato de nostalgia vívida sobre lo no vivido, donde se igualan pasado, presente y futuro, se ofrece un delicado esfuerzo de descripción plástica de una casa y sus terrenos adyacentes equiparable a los más altas representaciones escritas de un paisaje entre los novelistas del s. XIX. Tomemoslo como ejemplo del esfuerzo traductor, a cargo de Shaila Correa, que logra su recompensa de un texto armonioso, elegante, prístino. La hermosura onírica es equiparable a la dulzura de su desenlace.
Es delicioso estar enamorado de los muertos.
Sí, de todas las maneras de amar abiertas a la humanidad esa es, quizá, la más
hermosa.
En el Obispo del infierno, el
protagonista podría competir con el padre de los Karamázov en cualquiera de sus
“virtudes”, lujuria, codicia, ruindad o hipocresía, y ganarle por goleada. Es
en este relato donde más se deja ver la deuda con los escritores rusos del XIX,
Dostoievski sí, pero también Pushkin o Tolstoi.
Por otro lado, son Las dos y media
y La seda deslucida los relatos que más me han recordado a Poe;
el uno por la presencia de un fatum que enloquece al protagonista y el
otro, por la ambientación asfixiante del estudio donde se desarrolla el
argumento y las sombras que van apoderándose del relato hasta llegar a la más
absoluta negritud. Es su protagonista, el erudito Humphrey Orford, “de un temperamento
calmado y estable”, el paradigma del orgullo y la personificación de la
venganza más descarnada. Pasa a mi galería de personajes favoritos. No quiero
desvelar más de él. Una relato redondo que lo tiene todo en su justa medida
Por último, La avería, pequeñita
exquisitez con, extrañamente, un final feliz, vuelve a poner de relieve la maestría
de Bowen a la hora de recrear ambientaciones de parajes naturales.
Y dónde está el terror, se preguntarán
ustedes. Pues como en todo relato victoriano en fantasmas que reclaman su
venganza, sí, pero, a diferencia de muchos de ellos, sobre todo en profundizar
y resaltar lo ulceroso del alma humana y la podredumbre de su conducta.
Sí, La biblioteca de Carfax me
ha vuelto a soprender.
Información de la solapa:
“En este volumen se
recogen ocho relatos de terror gótico y sobrenatural de la autora inglesa
Marjorie Brown.
«[…] un muestrario completo de lo
peor de la naturaleza humana: envidia, celos, rabia, venganza, brutalidad,
violencia: todas las formas del odio. Y ello entre personas que deberían amarse
y respetarse, sean matrimonios o hermanas gemelas. La lucha entre el Bien y el
Mal está servida, y el diablo, en realidad, se aloja cómodamente dentro de cada
uno de nosotros». (extracto del prólogo de Purificació Mascarell)”.
Datos técnicos:
El último ramo de flores y otras historias
(selección y traducción de Shaila Correa Martín y María Pérez de San Román),
2024.
Editorial: La biblioteca de Carfax.
Ilustrador de portada: Rafael Martín Coronel.
Rústica.
Formato: 13 x 20 cm.
Número de páginas: 224.
P.V.P.: 19.
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