El secreto de la ventriloquia, de Jon Padgett

 


12 sencillos relatos para convertirse en maniquí:

Prepárate mentalmente: la práctica de la meditación te lleva a la imperturbabilidad, te vacía del exterior, te deja con tu esencia; ahora bien, esa esencia es el horror. Jon Padgett ya nos ha avisado: allá nosotros si seguimos. Escuchemos nuestra voz interna, incluso si no es nuestra. Dejémonos llevar, allá donde sea, aunque el recorrido sea un circuito cerrado y cubierto que se repita día tras día. Despersonalicémonos, seamos otro, seamos nadie, olvidemos lo que hemos sido, que a saltos nos resulten ajenas nuestras realidades más cercanas, cambie todo, sobre todo nosotros, que ya no lo somos. Leamos las instrucciones, los pasos sencillos: ya no hay vuelta atrás, ni siquiera vueltas. Tus actos no son tuyos, no existe un yo ni un ego, ni pronombres, te vaciaste de todo, nos llenamos de poleas, bienvenido a la carcasa, el secreto se te desveló. La huida quedó clausurada. Y, finalmente, todo esto no lo serás, sino que lo has sido, lo eres. Siempre, durante toda tu existencia, acojónate, ¡ja!

La voz de la pequeña Evie resonaba en el aire, frío y limpio, nos hacía ver y sentir esas cosas familiarmente profundas que ella podía hacer ver y sentir.

John Padgett ha escrito el libro del terror existencial por excelencia; el miedo más puro que existe, porque no depende de nada, ni asusta a todos; eso sí, el que lo siente, aquel al que se le cae el velo, ya ha muerto. Lo mismo pasa con El secreto de la ventriloquia: no a todo aquel que lea estos relatos le afectarán, incluso aunque se deje llevar por una prosa llena de matices en su aparente sencillez; llena de frases, párrafos e incluso páginas que tienen una doble lectura; o detalladamente, como hermeneuta, desencripte todos sus mensajes escondidos; pero, sin embargo, al que lo entienda (o eso crea) el horror se le mete en los huesos; la comprensión (o la intuición) le deja desvalido, inerme. Cae el velo y solo queda la verdad: la nimiedad y el vacío. Nuestra existencia.

Los cráneos, que ya no son negros, parecen cabezas de maniquí blanqueadas y expulsan un aire fétido, el hedor acre característico de una zancuda.

Más allá del texto, la edición de Dilatando Mentes, como acostumbra, tiene otros muchos atractivos: lo acertado de la ilustración al final de cada página, la de la fotografía al inicio de cada relato, las curiosidades de su miscelánea final y, sobre todo, una presentación, por Thomas Ligotti; una introducción, a cargo de Matt Cardin; y, especialmente, un posfacio, de la mano de Jorge P. López, te llevarán directamente a volver a leer cada uno de los relatos. 

Información de la contraportada:

Concebida como una suerte de ensoñación experimental y surrealista que frecuenta distintos espacios a un mismo tiempo, con historias interconectadas entre sí en un mismo universo vivo y orgánico, esta obra anuncia la llegada de un nuevo talento literario significativo.

Con temas que evocan a Shirley Jackson, Thomas Ligotti y Bruno Schulz, pero con una visión sorprendentemente única, el trabajo de Padgett explora el misterio del sufrimiento humano, la agonía de la existencia personal y los medios espantosos por los cuales alguien puede lograr la salvación de ambos. Un niño acosado busca venganza. Un soñador lúcido es perseguido por una casa imposible. Un maniquí revela su propia anatomía en 20 simples pasos. Un bibliotecario guarda la clave de los secretos inefables de una fábrica de papel. La visión que del mundo tiene una conductora cualquiera se rompe con dos palabras impresas en un cartel de cartón. Un aspirante a ventrílocuo pasa demasiado tiempo mirándose en un espejo.

Y una presencia habla a través de todos ellos...

Datos técnicos:

El secreto de la ventriloquia (The Secret of Ventriloquism). Jon Padgett, 2016.

Editorial: Dilatando Mentes Editorial, 2022.

Traductor: José Ángel de Dios.

Ilustrador de portada: Raúl Ruiz.

Rústicxa. 15x23 cms.

Número de páginas: 268.

P.V.P.: 19,95.

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