La cabaña del fin del mundo, de Paul Tremblay

 


Si tomamos la premisa de la novela, esto es, dos padres y una hija pequeña que disfrutan de unas vacaciones idílicas en una cabaña apartada hasta que llegan cuatro desconocidos, los encierran y les piden que sacrifiquen voluntariamente a uno de ellos para evitar el fin del mundo; es decir, matas a quien más quieres y salvas a ocho mil millones de personas o aniquilas a toda la población mundial, pero te quedas con tu ser más querido; dada esta premisa, repito, parece que estemos en una de esas dinámicas de grupos propias de entrevistas de trabajo, clases de valores éticos o fines de semana en casa rural con colegas al amor de las cervezas.

Ahora bien, si añadimos como variante la no certeza de si será o no verdad la profecía de unos extraños, que, además, aparecen con armas caseras y vestimenta que recuerda —al menos a la vista de un profesor de literatura, que incluye en su temario seminarios sobre textos acerca del final del mundo— a los cuatro jinetes del apocalipsis, más el recuerdo de los engranajes del subgénero home invasión, el terror está servido.

"Os informo (...) de que ya no creo que todo esto esté bien. Quiero decir, nunca creí que fuese justo ni ético, pero al menos pensaba que debía ocurrir para salvar el mundo, costara lo que costase. Ya no. Se acabó eso de confiar en el proceso."


La cabaña del fin del mundo transcurre en apenas un día y una única ubicación, el interior de la cabaña en su casi totalidad, a excepción del prólogo y del epílogo, que transcurren en sus inmediaciones. La narración se realiza en presente histórico para abofetearnos con los sucesos, y está claro que Paul Tremblay tiene un don especial para escribir diálogos. Añadamos el valor de que su traductor es Manuel de los Reyes, paradigma y modelo (lo sé, es una redundancia, pero es que cualquier palabra es poca para este profesional), en eso de conducir un relato de una lengua a otro. Es decir, todo nos lleva a una inmediatez real que nos ubica en medio de esa disyuntiva fatal.

Si esto es así, ¿por qué no me ha apasionado esta novela tanto como, por ejemplo, Una cabeza llena de fantasmas? Pues creo que es precisamente por la elección del género literario: tal idea y tal modo de expresarlo eran idóneos para la dramaturgia. Mientras la leía la recreaba sentado en un patio de butaca mientras rebatía o apoyaba las ideas, emociones, parlamentos y reacciones que cada uno de los personajes proyectaba desde las tablas de una función imaginaria (Yasmina Reza estaría a mi lado, disfrutándola). Es más, no he visto la adaptación cinematográfica de Shyamalan, pero me la imagino —aunque sé que no será así— como un plano secuencia bestial.

Y, sin embargo, como novela, me resultan repetitivas las partes de “acción”, desaprovechada la parte dialógica y ralentizado el ritmo, cuando todo ello debería ser todo lo contrario. Y, ojo, sé que es culpa mía, porque en mi cabeza La cabaña del fin del mundo es una obra de teatro acojonante.

Información de la contraportada:

"Cuando la pequeña Wen y sus padres se van de vacaciones a una cabaña junto a un lago recóndito, no esperan recibir visitas. Por eso resulta tan sorprendente la aparición del primer desconocido.

Leonard es el hombre más corpulento que Wen ha visto jamás, pero también es tan amable que se gana su simpatía enseguida, por mucho que a la niña siempre le hayan prohibido hablar con extraños. Leonard y Wen hablan y ríen y juegan, y el tiempo pasa volando. Hasta que él dice unas misteriosas palabras:

«Nada de lo que va a pasar es culpa tuya. Tú no has hecho nada malo, pero los tres vais a tener que tomar unas cuantas decisiones difíciles. Espantosas, me temo. Tus padres no querrán dejarnos entras, Wen. Pero tendrán que hacerlo».

La cabaña del fin del mundo, del autor de Una cabeza llena de fantasmas y El Club de los Portaféretros, es una impactante novela cargada de tensión y con un ritmo frenético sobre la supervivencia y, quizás, el fin del mundo. M. Night Shyamalan se ha inspirado en ella paa su película Llaman a la puerta (Universal Pictures).

«Un libro extraordinario, aterrador y que invita a la reflexión». Stephen King. «Tremblay consigue con destreza que sus lectores duden sobre si es real o no la oscura advertencia de Leonard a medida que va desarrollándose la espeluznante trama». The Guardian. «Una novela profundamente perturbadora». Publisher Weekly. «Una deslumbrante historia de supervivencia y sacrificio». Kirkus. «Un thriller absorbente que te dejará con una simple pregunta: ¿qué harías tú en su lugar?». J. D. Barker.

Datos técnicos:

The Cabin at the End of the World. Paul Tremblay, 2018.

Editorial: Nocturna Ediciones, enero 2021.

Traductor: Manuel de los Reyes García Campos.

Ilustrador de portada: fotograma de la película Llaman a la puerta (Kncok at the Cabin), de M. Night Shyamalan (Universal Pictures), 2023.

Número de páginas: 328.

PVP: 16,50€.

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